La Calle Tejares a mediados del Siglo XX.
Descripción de una época
Ojeando un libro histórico de Albacete. Me he encontrado con un libro de Antonio Esteban Garvi. Me ha impactado mucho y me he decidido a compartirlo con todos vosotros…en un tiempo de tanta crisis, y de gente que lo está pasando verdaderamente mal, me hace recapacitar de que ahora estamos mal, pero antiguamente estábamos aún peor…
y de todo se sale, ya veréis
Aquí os lo dejo y ya me contáis.
La calle Tejares a principios del Siglo XX.
Las casas de esta calle, casi todas de una sola altura, fueron construidas, prácticamente en su totalidad, con el viejo procedimiento de la tierra pisada que llega a petrificada y su los exteriores son bien encalados, pueden resistir decenas de años.
Estaba habitada fundamentalmente por gente pobre, trabajadores de la construcción, del campo, cuchilleros empleados de comercio y de la escasa industria de la época.
Siempre había paro, los más privilegiados, disponían de un huerto y de algunas cabras.
En el corral de todas las casas siempre había animales de todas clases: conejos, gallinas, cerdos, perros y gatos. Lo que permitía a los dueños afrontar los duros inviernos de la capital, con algunas calorías más de lo que permitían los bajos salarios (cuando había).
En el periodo de matanza, los gruñidos de los cerdos inundaban toda la calle; todo el mundo trabajaba haciendo unos embutidos extraordinarios en calidad.
La calle, siempre llena de baches, alternaba el barro con el polvo cuando no llovía.
Yo jamás la vi alquitranada.
A veces los carros que bajaban de la Calera, situada al final de la calle,o de los areneros con materiales para la construcción, llegaban a estancarse y los carreteros tenían que solicitar ayuda a los vecinos para salir de los baches.
El Ayuntamiento raramente la arreglaba y, si lo hacía era con tierra, de forma que no duraba mucho tiempo.
Las aceras eran inexistentes y si había tramo, era porque los propios vecinos, lo había hecho con baldosas.

Foto de Angel Ñacle
No todas las casas estaban provistas de instalación eléctrica y las que tenían, tan sólo se limitaba a una bombilla instalada en la pieza principal que servía de cocina, comedor y de sala de estar, donde generalmente había una mesa camilla con un brasero, unas sillas y un sofá por mobiliario, incluso una despensa empotrada en el rincón.

imagen de uno de los tramos de la Calle Tejares
No existía ningún servicio sanitario, ni alcantarillado, ni baño, ni agua corriente. Un pozo en el corral suministraba el agua necesaria para la higiene más elemental y para cocinar.

Foto de Santiago Vico
En medio del corral se ubicaba un basurero donde se vertían todas las inmundicias; se limitaba una vez al año, a no ser que imperase antes la necesidad de hacerlo.
De vez en cuando, nuestra madre nos metía en un gran barreño donde nos enjabonaba y nos lavaba.
La tasa de mortandad infantil era impresionante. No era buena época nacer en verano.
No pasaba una semana sin que viéramos pasar un entierro un ataúd blanco de un niño.
Nosotros fuimos cuatro hermanos y dos de ellos murieron de corta edad. Muchos adultos morían de bronconeumonía.
El sistema de calefacción consistía en lo que se podía quemar en la habitación o en el brasero.
Así eran de duras las condiciones de vida en aquella calle…

Campesina con lecheras de la Coruña 1924
Cuando alguien pasaba con una lechera en la mano, se le preguntaba qué quien estaba enfermo en su casa. Ya que los únicos que tomaban leche eran los enfermos ahí claro está disponían de dinero para pagársela.
Posteriormente se instaló agua corriente y los vecinos compraron una pila para lavar la ropa, instalando un grifo para toda la familia de la casa que deberían utilizar por turnos.
Posteriormente se instaló agua corriente y los vecinos compraron una pila para lavar la ropa, instalando un grifo para toda la familia de la casa que deberían utilizar por turnos.
Después el Ayuntamiento puso el alcantarillado y en el patio se abrió un pozo mura, lo cual mejoró sensiblemente la higiene de los vecinos; también comenzó la recogida de basuras, así que se pudo suprimir el basurero.
La calle Tejares se encontraba cerca de un parque, pero no tenía salida hacia él; para ir, había que pasar por el callejón del Campico o bien caminar hasta ego Asilo, al final de la calle y pasar por las eras de este.
En consecuencia, los vecinos se las arreglaban para no tener que dar tanta vuelta y pasaban por los patios de las casas de la parte derecha, saltando las tapias (cuando no había un portillo) y por allí conseguian ir directamente al parque.
Todavía recuerdo la existencia de trozos de tapia de unos dos metros de altura, provistas de troneras bordeando la carretera que daba la vuelta al parque que, según mis abuelos, había servido durante las guerras napoleónicas y carlistas.
Ya durante la Guerra Civil, en aplicación de un plan del Ayuntamiento, abrieron la calle, lo que ofreció una salida directa al parque.
Para abrir esta calle, ahora Calderón de la Barca, tuvieron que tirar la casa situada en el número 72 y parte de la nuestra la 74. Nuestra casa pasó a ser la número 72.

Calle Calderón de la Barca con Calle Tejares

Calle Calderón de la Barca con la Calle Tejares

Calle Calderón de la Barca
Por eso la habitación donde yo nací se encontraba eran la baldosa izquierda de la calle Calderón de la Barca, esquina a la calle de Tejares, en el lado opuesto de la comisaría de Policía. [esta comisaria se encuentra ya cerrada]
La calle era como una gran escena de teatro, en la que todos los vecinos éramos actores y espectadores, ejerciendo una extraordinaria atracción sobre los niños y los adolescentes de la calle.
Todos los acontecimientos ocurrían en la calle, sin coches y con muy raras bicicletas, sólo los carros tirados por caballerías pasaban de vez en cuando.
Los niños, cuando no había escuela, pasábamos el día en la calle, jugando con una pelota de trapo, jugando al trompo o a las bolas, saltando y corriendo con los perros, castigando a los que no eran nuestros amigos.
Los vecinos discutían y solucionaban sus problemas en la calle, por las que se dedicaban toda clase de vendedores, los que proponían aceite de oliva, miel, arrope y calabacete, el el bollero, el vendedor de helados o el de castañas, según la época.
La calle Tejares fue llamada la «Calle Roja», donde un grupo de niños nacidos en los años 20, durante la clandestinidad, tuvo en jaque durante muchos meses a toda la policía franquista de la ciudad, y proporcionó un núcleo importante de jóvenes luchadores antifranquistas, defensores del Gobierno republicano legalmente constituido…

Vista de la Calle Tejares, Autor no conocido por mí.

Calle Tejares en algún lugar no conocido
Fuentes..
Narración de Antonio Esteban Garvi
Santiago Vico
Angel Ñacle
Antonio Simón
http://galiciaagraria.blogspot.com.es/2012/05/agrolance-lecheras.html
http://pichicola.com/los-ninos-preinformaticos/
foto Rhett A. Butler
en una ocasión, un Pediatra del hospital en el que trabajo me dijo; «a finales de los 80 trabajé en Albacete y cuando salía del hospital, camino hacia mi casa, siempre atravesaba la calle Tejares y cercanías porque me recordaban a mi pueblo…» ¡ Y es que es verdad !, yo también recuerdo aquel caserío de aspecto rural que todavía se mantenía en pie hasta los primeros años 90; seguro que tú también.
Tenebroso pensar, en aquello que narra el autor, respecto a que casi a diario se veía al menos un ataud blanco por la calle; efectivamente, debemos valorar la calidad de bienestar que hoy afortunadamente tenemos frente a la pésimas condiciones de vida y salubridad que hasta hace pocas décadas sufría la mayor parte de la población.
¡ Saludos !, (por cierto, soy Pepe, del grupo, PGV, jejeje…)
Nací en la calle Tejares nº75 en el 1949.Me ha emocionado todo lo que he leido,mis juegos de infacia jugando al futbol,en el corralon,donde hoy se encuentra el hotel los Llanos ,horas y horas,desafiando a otras calles,pedreas en el parque,en verano se jugaba al «BOTE» al «GUA» al «ZOMPO» me acuerdo que al principio no pasaba la procesion de Semana Santa,porque decian que era una calle roja.Que tiempos.
para mi ha sido y lo será, con sus gentes la calle mas hermosa y divertida que he conocido y eso que llevo mas de 50 años fuera de albacete, yo la llevo en el corazon, yo he vendido agua con el botijo en el parque, cuando sorteaban los quintos alli en la farola, se metian entre ellos gente mangui y a los de los pueblos se los llevaban para el corralon (hotel los llanos)y alli estaban esperandoles los otros trileros con eso de las tre chapas y la bolita, y a los niños de la calle tejares nos echaban para que no se los espantaramos porque sabiamos como funcinaba aquello con los llamados ganchos, en fin tengo yo como otros muchas historias de esta para contar ,un saludo
para mi ha sido la calle tejares con sus gentes la calle mas hermosa que yo he conocido, yo la llevo en el corazón siempre la tengo en mi mente, y eso que falto de albacete mas de 50 años, aunque lo visite de vez en cuando, yo he vendido agua con el botijo en el parque, he puestos sillas a medias con el sillero del parque,(para echarle una mano) en fin muchas historias que contaria, un saludo
Me Llamo Soraya ESTEBAN-ALONSO, tengo 59 anos, naci el 13 de mazo 1955. Soy la hija segunda de Antonio ESTEBAN GARVI y de Dolores ALONSO CARRION (su primera mujer – mi familia materna es de Jumilla).
Mis abuelos paternos, mi abuela Mariana GARVI MONTESINOS y mi abuelo Francisco ESTEBAN, vivian en la calle Tejares, en la casa que estaba en una esquina. Mi padre y mi madre eran emigrados politicos y mi hermana major y yo vivimos en Francia desde 1957.
Cuando tenia 7 anos y 1/2 volvimos à Espana de vacaciones con mi madre, mi hermana major de 9 anos 1/2. No me acordaba de la calle tejares porque cuando nos fuimos a Francia solo tenia 15 meses. No olvidare en toda mi vida cuando volvi a la Calle Tejares, casa de mis abuelos. Jugabamos con los chiquillos en la calle polvorienta, algunas veces nos peleabamos, eramos «las francesas»..ni de alli ni de aqui….pero pasabanos vacaciones inolvidables cada ano que ibamos…corriamos al parque que estaba cerca, acompanabamos el abuelo al bar que estaba cerca y donde se tomaba una copita…con la abuela ibamos àl mercado…la vida era muy diferente de la que teniamos en francia donde no teniamos ninguna familia….
Este verano he vuelto con mi marido (francès) à la calle tejares todo lo han hundido…Mis abuelos se han muerto hace ya anos asi que mis padres, claro he llorado al verla porque todos los recuerdo me han surmergido…pero no estaba triste…al contrario…estoy contenta de haber podido vivir lo que he vivido en esa calle y por unos momentos he tenido la impression de esta con todos los seres que he querido y que algun dia se fueron como todos nos iremos. Algo de nuestra alma corre aun para allà….Soraya ESTEBAN ALONSO
Pues yo será que vivía en otra calle Tejares, porque sinceramente yo no he vivido nada de eso que se cuenta. Yo vivía en el nº 3.
Por favor un corrector de gramática por todos los «habían» que ha escrito mal y estropea un texto de contenido tan valioso.
Había bajos salarios, había animales, etc. No «habían». Gracias
Gracias por sus consejos los corregiré un saludo y gracias por visitar mi página.
Nací y viví en la calle Nueva, a la calle Tejares pasábamos por dos callejones cerrados que estaban donde hoy es la prolongación de la calle Dionisio Guardiola. Uni de las portadas era la de la taberna de Pepe Laurio que estaba en la calle Tejares pero aunque nací en el 52 no he vivido esas penumbres, ya teníamos agua potable, servicio y alcantarillado había baldosa pero la calle era de tierra. Que grandes recuerdos tengo de todo lo vivido allí y todavía tengo